En muchas ocasiones se reconoce a las y los directores de cine por la huella que dejan en su forma de hacer películas, en su forma de captar la realidad o de contar historias. Llorenç Soler fue mucho más que un gran documentalista, fue un cronista indispensable de toda una época, maestro de varias generaciones de cineastas y un creador que le dio un sentido diferente a lo que entendemos, hoy en día, como documental social y cine independiente.